<…>
A mí todo esto me suena a un refrito de criptomonedas, alts e ICOs, hype, ATH, fud, etc., gestionado a nivel particular en lugar de corporativo. Salvando las distancias, tenemos componentes similares:
- Casos que tendrán sentido.
- Infinitos casos que no tienen sentido alguno.
- Yupis Cripto 2.0 que les sobra “la pasta”, y lo gastan en chorradas, sentando un mal precedente a base de casos hiperinflados.
- Particulares que compran a precio barato (otra cosa es si realmente tiene ese valor de entrada) y venden a precio caro (otro que cae en cadena).
- Particulares que entra en pánico al vender que no venden.
- Hackeos de plataformas NFT (leí un caso el otro día).
- Ledger extiende su producto y ficha a un exdirectivo de Apple para abrirse más a este mercado.
Esencialmente, me parece un sinsentido en muchísimos casos, aunque hay aplicaciones de uso totalmente válidas (por ejemplo, dar derechos sobre fracciones de obras de arte reales, pudiendo crear carteras de valor en arte real). La ola ha venido en forma de tsunami mediático, y el movimiento me parece conceptualmente análogo al de las cripto/ICOs 2017/2018. Unos cuantos espabilados harán su agosto, mientras que muchos habrán comprado algo con un valor decadente o exiguo.