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Es totalmente descabellado, y a falta de ver su articulado final, es tremendamente disuasorio (excepto el camino exonerado para la Rupla digital). Planteamientos así responden, en parte, a la pregunta de si las criptomonedas se pueden llegar a prohibir.
Aunque la dureza de las medidas va por barrios (países), y no veo factible nada así en Europa al ir contra muchos principios de libertad, si se observa que el enfoque de ahogar la criptoesfera por parte de (determinados) gobiernos podría hacerse realidad. Cualquier ciudadano de países como India tendría que operar en la total clandestinidad, con suma discreción y cuidado para no ser detectado como incumplidor de estas normas. La penas propuestas, de hasta 10 años, y las multas asociadas, de hasta 25 crores (unos 3,5 millones de dólares según el caso-
http://convert.syzygy.in/what-is-25-crores-in-millions-and-billions) son suficientes como para no querer ver un Satoshi ni de lejos.
De hecho, acepciones delictivas tan vagamente descritas en el articulado como la de “promocionar criptomonedas, directa o indirectamente”, hacen reflexionarsobre qué podría pasarles a miembros del foro, originarios del país, que vierten aquí su opinión. Si se llegan a identificar nominalmente aquí, o mediante IPs, o a través de un Exchange de alguna manera …
Está por ver, como indicas, el redactado definitivo, y si se llega a validar, pero pinta mal. Luego está el tema de cómo de perseverantes serán las autoridades en su persecución, pero con el telón de fondo de las reglas dibujadas, es un riesgo de tres pares de narices.