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Realmente, la principal recomendación todoterreno es la de leer, leer y leer. Es decir, entiende bien las posibilidades que puedas ponderar, las expectativas, y, sobretodo, los riesgos. En el plano de las inversiones, la máxima repetida a modo de mantra es la de no invertir más de lo que estás dispuesto a perder, y es así.
El mundo de las criptomonedas es imprevisible, y aunque hay ciertos momentos que parece ir todo a favor, de vez en cuando se producen sustos de envergadura (sino, díselos a todos los que invirtieron a finales del 2017/principios del 2018 sea en BTC o en las ICOs). Los plazos son importantes también, por lo que uno ha de ver si está en esto para el corto, medio o largo plazo, y jugar de manera acorde a su conocimiento y resiliencia.
También se ha de ser desconfiado, y si uno no lo es por naturaleza, tornarse de esta manera ante los acechos de timadores al amparo del (cierto) anonimato de estos entornos.