Uniswap actúa a modo de DEX, por lo que carece de identificación de usuarios, y si la infraestructura subyacente permite además de manera nativa la mezcla de los fondo en el proceso de intercambio, ayuda a oscurecer los movimientos, que no a blanquearlos del todo.
En hackeos previos de Exchanges, los ejercicios de Chainanalysis han permitido seguir el rastro de los fondos hackeados y mezclados a través de Mixers, que luego intentaron liquidar en otros Exchanges. Diría que, aquí entra en juego la velocidad del hacker en ir moviendo los fondos y transformando su naturaleza, antes de liquidarlos en algún punto de salida.
Lo interesante, de manera lateral, de este caso (que sigue muy vivo), es como no sólo los Exchanges centralizados trabajaron con celeridad para poner en la lista negra ciertas direcciones, sino que incluso un token (Ocean) involucrado en el hackeo, llegó a pausar su contrato, y hacer un hardfork sobre un nuevo contrato inteligente, en el cual apartaba los fondos robados sobre cuentas para su gestión legal en el proceso de recuperación por parte de sus clientes (ver
https://www.crowdfundinsider.com/2020/09/167311-ocean-protocol-devs-perform-hard-fork-following-kucoin-hack-leading-to-150-million-in-losses-including-8-6-million-in-ocean-tokens-stolen/). Esto también es una cuestión a ponderar al adquirir monedas/tokens que puedan ser paralizadas en un momento dado …