<…>
Mi experiencia con pendrives es variopinta: he tenido dispositivos (de marcas razonables) que han empezado a fallar al cabo de un año, otros varios años, y otros siguen sin problemas durante más de un lustro. Lo de la durabilidad o vida útil va en base a varios aspectos, entre los cuales, a parte de los materiales empleados, figura el uso que se haga (ciclos de escritura), donde se almacena (si hay campo magnéticos o imanes cercanos), condiciones ambientales, etc.
Lo de los 10 años que citas lo he leído en relación al tiempo de vida medio estimado que pueden subsistir los datos en la memoria sin usarse; es decir, sin darle alimentación de energía al dispositivo. Supongo que te refieres a esto. El caso de uso sería el de tener el pendrive guardado en un cajón durante x años, siendo 10 el supuesto tope para aún poder recuperar los datos del mismo. Lo de formatearlo al cabo de 9 años, dándole energía en el proceso, no es garante de nada a mi entender.
En todo caso, nunca fiaría tener datos en un pendrive como respaldo único, y optaría por la redundancia en múltiples soportes (y tipologías de soporte a ser posible). La durabilidad de estos dispositivos no es algo garantizado ni conservándolo en condiciones óptimas.
Desde luego no lo haría para conservar mis claves privadas o semilla si fuese el caso, de la misma manera que no me fiaría de un dispositivo Ledger, Trezor o cualquiera para no fallar al cabo de cierto tiempo (de ahí la redundancia en papel de la semilla).